La historia detrás del "Hada verde", la pintora ficticia de la novela Absenta dulce.
He visto más de una cara de desilusión ante mi respuesta a las dos preguntas que rara vez faltan en las presentaciones de la novela Absenta dulce: "¿Existió Almudena de Frades? ¿Sus cuadros se pueden ver en los museos que menciona la obra?"
No. Tristemente, la pintora andaluza Almudena de Frades es sólo hija de mi imaginación... y ahora de esta imagen que logré empleando Inteligencia Artificial (Bing) hasta que el sistema me devolvió a Almudena como la imaginé, absorta entre los cañaverales de la hacienda Santa Ana. Almudena también es de ustedes, que se han vivido y gozado su (morbosa) inspiración, historias, sujetos y amantes. La artista es uno de los pocos personajes totalmente ficticios de la obra, pero era crucial para llevar la saga de las familias del siglo XIX, al presente.
Esta imagen de Almudena de Frades (Parte cuatro, "El hada verde," Absenta dulce) fue creada a utilizando Bing- Imágen generada por Inteligencia Artificial (AI).
Crear este personaje de un modo memorable y creíble, requirió no solo la construcción emocional de su particular psiquis, sino adentrarme en las aguas profundas del arte plástico, que adoro, estudio, y sigo, pero del que no sé absolutamente nada en la práctica.
Lo mío es el lápiz con el que pinto palabras, pero no dejan de embelesarme esos seres dotados que, en vez de lápices, esgrimen pinceles de los nacen algunas de las muestras más irrefutables de la belleza y la complejidad que habitan en el ser humano.
Mucho de lo que ha llamado la atención sobre Almudena de Frades es el detalle narrativo de su estilo plástico, la descripción minuciosa de sus obras y su estilo avant garde que chocaba con el estilo pictórico costumbrista criollo de la época. En mi imaginación, el arte de Almudena nació en la ciudad de Barcelona, específicamente en el Museu Nacional d'Art Catalunya. Hubo un amplio estudio de estilos y fuentes de inspiración en los que me sumergí hasta dar con el sello creativo que la pintora deja plasmado en los lienzos que recogen la historia de las familias para la posteridad. Buscaba artistas que hubieran coincidido con ella a inicios del siglo XX, un momento de grandes cambios y confluencias de movimientos artísticos, y que se centraran más en la figura humana.
En este imperdible museo de Barcelona encontré el retrato exacto que en mi mente hubiera pintado Almudena de Eusebia Teresa, y la exposición de "La máquina de René Magritte" me proveyó la idea para el anti retrato de Mateo Tesara. El resto de las pinturas de la exhibición "La forma del azúcar" con la que se despide Almudena son producto de mi imaginación. Abajo, imágenes de mis peregrinaciones y las obras que me ayudaron a imaginar el arte de la inolvidable pintora andaluza. Fue una aventura exquisita crearla. Ojalá hubiera existido. Ojalá hubiera dejado por legado las obras de "La forma del azúcar".
Todas las imágenes fueron capturadas por la autora.
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